Desde su introducción en la dermatología hace ya más de 60 años, los retinoides han adquirido la condición de fármaco indispensable en el tratamiento y prevención de muchas patologías y condiciones.
Son derivados de la vitamina A ampliamente utilizados por sus múltiples efectos terapéuticos sobre la piel, ya sea de forma oral o tópica.
Usos comunes en dermatología van desde acné, psoriasis, rejuvenecimiento, fotoenvejecimiento hasta tratamiento de cáncer de piel, cicatrización de heridas y un sin número de aplicaciones cosméticas.
Los avances farmacológicos han permitido que estas moléculas sean más efectivas con menores efectos irritantes.
Los retinoides tienen los siguientes efectos farmacológicos: inmunomodulación, quimioprevención del cáncer, melanotropismo, mantenimiento y diferenciación epitelial, morfogénesis, actividad antiinflamatoria y sebolítica, síntesis de la matriz dérmica y estímulo de la angiogénesis
Consiguiendo los siguientes efectos beneficiosos en nuestra piel:
• Afinan la capa superficial de la piel, con lo cual conseguimos una piel más lisa y uniforme.
• Estimula la síntesis de colágeno en las capas profundas de la piel, logrando una reducción en las arrugas finas
• Mejora la elasticidad, hidratación y turgencia de la piel, mediante la estimulación de la producción de ácido hialurónico.
• Ayuda a dispersar los gránulos de melanina, lo que reduce las manchas.
• Estimula la producción de nuevos vasos sanguíneos, lo que mejora el color de la piel
• Incrementa el recambio celular, lo que ayuda a evitar la formación de comedones, previniendo el acné.
Entre los retinoides más utilizados se encuentran: retinol, tretinoina, alitretinoina, isotretinoina, etretinato, acitretín y adapaleno, entre otros.
Existen múltiples formulaciones por lo que lo ideal es que tu dermatólogo te recomiende la que más se ajuste a tus necesidades.
Entre los efectos adversos se encuentran, a nivel local: eritema, irritación, ardor, descamación, y a nivel sistémico: cefalea, enrojecimiento facial, hipertrigliceridemia, hipercolesterolemia, alteración tiroidea, trastornos oculares, sequedad de mucosas, alopecia, dolor muscular y articular. El principal evento adverso es la teratogenicidad.
Fernández, J., Armario Hita, J. Retinoides en Dermatología.
Med Cutan Iber Lat Am 2003; 31(5): 271-294